Seguimos con la quinta parte del libro, que aborda qué debemos hacer ahora. 7 capítulos y 30 páginas de lectura. ¡Anímate a participar a poner tu comentario en esta entrada del blog!. Estos son los capítulos objeto de comentario y reflexión:
5.8. Ahora tenemos que hacer lo que parece imposible / Greta Thunberg
5.9. Utopías prácticas Margaret Atwood / Autora de más de cincuenta obras de ficción, poesía y ensayo de crítica; ganadora del premio Booker.
5.10. La acción popular Erica Chenoweth / Científica política, profesora en la Universidad de Harvard.
5.11. Cambiar el discurso de los medios de comunicación George Monbiot / Escritor, cineasta y activista ambiental; autor de una columna semanal para The Guardian, así como de diversos libros y vídeos.
5.12. Resistirse al nuevo negacionismo Michael E. Mann / Profesor de Ciencia Atmosférica en la Universidad Estatal de Pennsylvania, miembro del IPCC y autor de libros como The New Climate War.
5.13. Una respuesta real a la emergencia Seth Klein / Jefe de equipo en la Unidad de Emergencia Climática y autor de A Good War: Mobilizing Canada for the Climate Emergency.
5.14. Lecciones de la pandemia David Wallace-Wells / Escritor y columnista en The New York Times Opinion, y autor de El planeta inhóspito.
Fijaos en la frase demoledora que aparece en el capítulo 5.8.: “A estas alturas, hacer las cosas bien resulta inaceptable; de hecho, hacerlas lo mejor posible ya no es suficiente. Ahora tenemos que hacer lo que parece imposible. Los cambios que se requieren son enormes, y necesitamos más tiempo para que se sume la gente, para adaptarnos y evolucionar”.
El partido parece que se juega en dos campos diferentes:
Por un lado, en cómo se va a comunicar la crisis climática a la ciudadanía:
-“No es la culpa lo que nos salvará, sino la justicia. Pero no podemos tener una sin la otra”. (…)
-“A fin de impulsar todas las transformaciones necesarias, hay que explicar en los medios de comunicación, una y otra vez, los conceptos de justicia climática y emisiones históricas, y la mentalidad de dominio y desigualdad que han originado la emergencia climática y ecológica. Hay que reconocer y compensar siglos de agravio, lo que quizá parezca un obstáculo enorme, pero no hay forma de eludirlo”.
-“Sabemos lo que significa tratar un asunto como una crisis y somos conscientes de que la crisis climática jamás ha sido tratada como tal. Ese es el meollo del problema, y la culpa no es de las petroleras. Tampoco de la industria maderera, las aerolíneas, los fabricantes de automóviles, la moda rápida, ni de los productores de cárnicos o lácteos”. (…)
-“El deshielo de los glaciares, los incendios forestales, las sequías, las olas de calor letales, las inundaciones, los huracanes, la pérdida de la biodiversidad…; ya empiezan a aparecer en los titulares de las primeras páginas y en los telediarios. Pero eso todavía no es informar sobre la crisis climática, son solo noticias de los síntomas de un problema mucho más grave. Esas noticias por sí solas no explicarán los desafíos a que nos enfrentamos. Para comunicar la crisis, primero hay que transmitir que el reloj se ha puesto en marcha”.
Y por otro lado, en cómo vamos a responder las personas ante el reto que afrontamos: “Así que en lugar de preguntar a los demás si aún queda esperanza, pregúntate: ¿estás preparado para cambiar? ¿Estás listo para salir de tu zona de confort y formar parte de un movimiento que creará las transformaciones sistémicas necesarias?”.
¿Tenemos suficientemente desarrollado el sentimiento de culpa en nuestro cómodo primer mundo como para que la justicia tenga el camino despejado?
La autora del capítulo 5.9. nos cuenta su experiencia participando en la elaboración de utopías prácticas orientadas a solucionar la crisis climática. Su conclusión es reveladora: “La crisis climática es multidimensional; cualquier solución de esta tendrá que ser asimismo multidimensional. Y esas soluciones, para resultar efectivas, deberá adoptarlas un gran sector de la sociedad”.
Me ha gustado la cita a un programa de televisión de supervivencia en el que establecen los cuatro elementos con los que debe contar una persona para para sobrevivir cuando se encuentra en una situación de peligro: conocimiento, equipo apropiado, fuerza de voluntad y suerte. Y me ha encantado el análisis de cómo está la humanidad bajo estos parámetros para enfrentarse a la crisis climática: Tenemos conocimiento y equipo apropiado, pero presentamos una carencia importante en la voluntad, claramente insuficiente. En cuanto a la suerte, concluye que tenemos que buscarla. ¿Estás de acuerdo con estos cuatro elementos? ¿Añadirías o quitarías alguno?
El capítulo 5.10. lleva a su máxima expresión el hecho de que la unión hace la fuerza. Una idea que está de fondo en una buena parte del libro: “Si la historia es una guía, solo la acción colectiva y masiva, por parte de personas de todo el mundo y de toda condición social, incentivará a quienes toman las decisiones para que emprendan las acciones que lleven a la justicia climática”. (…) “La acción popular, también llamada «resistencia no violenta o civil», es una de las maneras más efectivas mediante las cuales poblaciones diversas han exigido cambios”.
En otros capítulos de este libro ya hemos reflexionado sobre la masa crítica necesaria para que los cambios planteados puedan cristalizar. En el presente capítulo se dan algunas cifras basadas en distintos estudios: “En muchos países de todo el mundo, un punto de inflexión del 3,5 por ciento ha comportado avances importantes de los movimientos de protesta. Y hay estudios que sugieren que existe un punto de inflexión del 25 por ciento para el cambio y la transformación verdaderos del comportamiento a una escala mayor. Ambos puntos de inflexión son alcanzables”.
El capítulo finaliza con este canto cargado de esperanza: “Todavía quedan obstáculos muy grandes, pero si tomamos la historia como nuestra guía, pueden superarse mediante buena estrategia, organización efectiva y acción popular”. ¿Lo crees realmente posible o se queda en el campo de las utopías irrealizables?
Sorprende George Monbiot en el comienzo del capítulo 5.11. al asegurar que “Si se me preguntara qué industria es la más responsable de la destrucción de la vida en el planeta, diría que los medios de comunicación”. (…) “nos han engañado”, (…) “nos han distraído”, (…) “los medios de comunicación son el motor de persuasión que permite que el sistema de destrucción de la Tierra persista”.
Los medios de comunicación son un eje clave para dirigir el estado de ánimo y la interiorización de la gravedad de un problema: “Cada movimiento efectivo es un ecosistema en que la gente aporta sus distintas habilidades para presionar en favor del cambio. La comunicación figura entre las más importantes. Al reenfocar la atención del mundo y cambiar el discurso, los buenos medios de comunicación, junto con los activistas que trabajan enérgicamente en otros campos, pueden obligar a los gobiernos a actuar. Pueden hacer que las industrias destructoras rindan cuentas y asegurar que ya no puedan eludir a sus críticos. Pueden ayudar a provocar el cambio social sistémico necesario para evitar el colapso ambiental sistémico”.
¿Cuál crees que es la situación de los medios de comunicación en nuestro país a la hora de comunicar la crisis climática? ¿Has notado cambios en los últimos años? ¿Algún ejemplo que destacarías?
En el capítulo 5.12. se apunta que “Las tácticas de esta nueva guerra sobre la acción climática incluyen la división (dividir a los defensores del clima de modo que no hablen con una única voz potente), generar desesperanza (si pueden convencernos de que es demasiado tarde para actuar, eso conduce potencialmente al mismo camino de desvinculación que la negación total) y desviación (centrarse por completo en el papel de los individuos, excluyendo las políticas estatales)”. ¿Has caído alguna vez en alguna de estas tres tácticas?
En el capítulo 5.13. se exponen los cuatro elementos que nos indican si un gobierno está poniendo toda la carne en el asador para afrontar como es debido una crisis:
1-Gastar lo que sea necesario para ganar
2-Crear nuevas instituciones económicas para que el trabajo se haga
3-Pasar de políticas voluntarias y basadas en incentivos a obligatorias
4-Contar la verdad acerca de la gravedad de la crisis
Se compara en el capítulo cómo en Canadá se afrontaron las crisis de la Segunda Guerra Mundial y del COVID 19, frente a las medidas adoptadas para combatir la crisis climática. ¿Alguna idea para implementar de abajo a arriba para intentar poner en marcha estos cuatro principios básicos de emergencia en nuestro ámbito de influencia, empezando por nuestro municipios, pasando por los gobiernos autonómicos, hasta el gobierno de España?
El capítulo 5.14. nos recuerda que cuando parecía imposible invertir una determinada cantidad de fondos, todas las administraciones mundiales demostraron que se pudo realizar para afrontar la crisis del COVID 19. Se cita la frase de Keynes en la Segunda Guerra Mundial: “Todo lo que podemos hacer nos lo podemos permitir”. Podemos afrontar la crisis climática, solo hace falta visión de futuro y audacia.
Y más nos vale que entremos en razón de forma colectiva pronto, porque “entre las numerosas lecciones inquietantes que las dos crisis comparten se cuenta esta: la naturaleza es poderosa, y puede ser temible, y aunque denominamos Antropoceno a nuestra época, no hemos vencido a la naturaleza ni escapado de ella, sino que vivimos en ella, sometidos todavía a su poder temperamental, al margen de dónde habitemos o cuán protegidos nos sintamos. Ya no podemos fingir que nosotros establecemos las reglas de la realidad, en conferencias o seminarios, sin consultar primero al ambiente”.
¿Por qué en la pandemia fuimos capaces de organizarnos y con la crisis climática no?
Te invito a que dejes comentarios respondiendo a alguna de las preguntas que aparecen dispersas por esta publicación de la web, o destacando cualquier aspecto que te haya llamado especialmente la atención de todo lo que hemos leído.
El próximo jueves, en el directo de Twitch en el canal En Plan Planeta, comentaremos en directo estos capítulos y lo más destacado de los comentarios que recibamos en el blog. También seguiremos compartiendo ideas para ir dando forma a la CUÑADOPEDIA sobre cambio climático, que realizaremos de forma colaborativa en un documento de Google docs: https://docs.google.com/document/d/1F7ZNGLYjsqj6UfO3AIDvZ76uLUwMDvcz_o6He4Uh6p0/edit?usp=sharing
¡Nos leemos!
3 respuestas a “Club de lectura virtual En Plan Planeta: El Libro del Clima (día 12)”
5.8. Opino que no tenemos desarrollado completamente este sentimiento de culpa a nivel personal, pues lo que suele dominar es lo contrario. Siempre echa la culpa a los demás y en especial a aquellos que son más poderosos, en especial a los políticos. De hecho, son ellos, los políticos los que suelen recibir todos los palos, y parte de razón hay, pero no solo ellos son los responsables. De hecho, y sin darnos cuenta, los políticos y muchos gobiernos son a su vez rehenes de grandes empresas e intereses ocultos. Por tanto, cada uno de nosotros, y los que tenemos por encima, somos responsables del lío en el que nos hemos metido.
5.9. En general sí que estoy de acuerdo, aunque estos cuatro aspectos no se están aplicando de igual manera para hacer frente a los retos que derivan de la crisis global. En cuanto al CONOCIMIENTO, creo que más o menos sí hay un convencimiento de que lo tenemos y hemos alcanzado un altísimo nivel; por ello se suele pensar que gracias al conocimiento será posible dotarse de todos los EQUIPOS APROPIADOS para dar solución a los problemas (tecnooptimismo). En cuanto a la FUERZA DE VOLUNTAD ya no lo tengo claro, pues creo que es una de las grandes carencias de esta sociedad. Y respecto a la SUERTE, sí creo que se confía demasiado en ella, lo que impide tomar las decisiones y medidas necesarias. En muchas ocasiones, y especialmente en política, se cree que el tiempo y con algo de suerte todo lo solucionará, cuando la lucha contra el cambio climático exige todo lo contrario, premura y no tentar a la suerte. Por tanto, puedo decir que somos muy malos supervivientes.
5.10. Creo que estamos transitando por este camino, aunque no con la suficiente velocidad. De hecho, los acontecimientos cotidianos, desde lo local a lo global, así como el bombardeo de información, corre a tal velocidad y es de tal magnitud que provoca una cierta saturación que puede derivar en una parálisis personal y colectiva. Por eso, la desobediencia pacífica y social está intentando dar una solución, dando golpes efectivos sobre la mesa, y así lograr abrirse camino en mitad de tanto ruido y tratar de movilizar a muchas personas que siguen dormidas. Pero en el mundo de la inmediatez de las redes sociales, el mínimo esfuerzo y la desinformación, este avance es muy complicado, aunque más necesario que nunca.
5.11. Sin duda ha habido un cambio y a mejor. Se puede decir que casi todos los medios de comunicación tratan estas cuestiones, aunque no siempre con el rigor que merecen. Tampoco el tratamiento es igual. En algunos casos se limitan a exponer datos alarmistas con un toque sensacionalista. Otros dan una información con un claro sesgo político. Y otros sí que dan información veraz, contrastada y rigurosa. Lo malo es que cada vez se dedica menos información a la lectura pausada y analítica, pues domina el consumo rápido y de titular. APIA está haciendo un gran trabajo para avanzar y mejorar en en estas cuestiones.
5.12. De hecho, en Aragón estamos asistiendo a la publicación de un libro que trata de crear ruido y división en el campo del CC. Ha sido escrito por dos profesores de la universidad y al que la institución le ha dado bastante bombo y apoyo. Ha generado asombro y perplejidad, dado que tiene un claro enfoque negacionista. También indignación por parte de climatólogos y otros expertos. Yo no lo he leído y tampoco lo haré, pues no quiero caer en su trampa. Muchos menos hablar de ello, pues resulta mejor silenciar y no dar publicidad.
5.13. Creo que cualquier medida que pueda indicar se podría considerar impopular y que va en contra del progreso. Por estos motivos, la gran mayoría de los políticos no se atreven a tomar medidas firmes y arriesgadas, aunque son las que realmente necesitamos. Sobre todo ello os recomiendo ver los últimos vídeos colgados en el canal de Youtube de la Plataforma para la Defensa de las Montañas, donde entrevistan a Fernando Valladares, pues aporta muchas ideas al respecto. También las charlas y conferencias de Antonio Turiel son muy interesantes, ya que insisten en la misma idea que planteo; para avanzar hay que romper con lo ya existente, pues sabemos a dónde nos está llevando pero a dónde nos llevará. Pero el coste electoral que supone tomar esas medidas es muy grande e inasumible por los partidos.
5.14. Nos organizamos frente a la pandemia porque sus efectos eran palpables e inmediatos. Se extendió el miedo, pues todos percibíamos que el misterioso virus nos podía matar. Con el CC y otras crisis ambientales, esta percepción todavía no existe, o al menos en toda su magnitud. Por ello, las medidas y cambios necesarios se van posponiendo. Cada día que pasa es un día perdido y las ventanas de oportunidades se cierran.
5.8 Yo percibo que el tema del clima se evita entre la gente de a pie, en cierto modo, con reacciones como “No podemos hacer nada” o “Se exagera. Esto no es más que una ola de calor que ya ha ocurrido otras veces”. Aunque, por otro lado, vemos que los meteorólogos en radio y televisión, no hacen más que hablar de los récords de temperaturas que se están produciendo en todos lados y, en conversaciones, se dice que sí, que qué calor está haciendo, que esto no puede ser, que se están perdiendo cosechas,etc. Pero todo queda en las conversaciones. No veo que se hable de las medidas que se deberían tomar o que tal o cual partido trata más o menos el tema o lo niega directamente. Además, el otro día escuche que trabajadores de la AEMET habían recibido amenazas y que se les acusaba de falsear los datos que facilitaban. Esto nos hace sospechar que el grado de compromiso que pide Greta, aún está muy lejos de conseguirse. Aconsejo esta lectura: https://www.researchgate.net/publication/363739925_Los_derechos_humanos_como_herramienta_para_la_accion_climatica_una_propuesta_comunicativa (no sé si se podrá compartir. En un capítulo incial, atribuye a tres razones la inacción: 1- Magnitud y compejidad del cambio climático que lo hace difícil de comprender y percibir por la población en general; 2- Inexistencia de condiciones estructurales que hagan posible un cambio de conducta y 3 – Un problema comunicativo que incluye catastrofismo y predominio de la información científica. Reproduce una frase de Andreu Escrivá que da qué pensar: “el cambio climático es una historia humana hasta la médula, quizá la más apasionante del mundo, y la hemos contado como si fuera un prospecto de un medicamiento”. Creo que, en cuanto a lo que dice de los medios, tiene razón, aunque habría que considerar la baja audiencia, especialmente entre la juventud, que tienen los informativos de televisión y radio y no digamos, la prensa escrita. Habría que implicar, no solo a los periodistas, sino también a influencers, streamers y “podcasters”.
5.9 Estoy totalmente de acuerdo y también de que lo que falta es la voluntad. Como parte de esa voluntad, encontramos la acción, la reivindicación o la toma de decisiones que ayuden. Tal vez, el término utopía lo asociamos con el deseo de mejorar una sociedad, cambiando sus características por otras que la harían más próspera, justa e ideal. Aquí, la utopía se convierte en evitar una distopía, la del colapso climático, más que en mejorar la sociedad, aunque, para evitar esa distopía, se tendrían que poner en práctica aspectos que son propios de utopías, como reparto de la riqueza, equidad, práctica de la justicia social, etc. En fin, que vivimos en un mundo con un posible futuro distópico si no se alcanza, previamente, un presente utópico…
5.10 Yo lo veo posible. Cuando nos confinaron por el tema del COVID, la gente, en su mayoría, respetó las normas y no cuestionó las razones por las que se tomaba una medida tan drástica. Una medida impuesta desde arriba en base a unos datos objetivos aportados por la ciencia y los medios de comunicación. En el caso de la crisis climática, o más bien civilizatoria, como la califica Yayo Herrero, están los datos, los medios de comunicación, aunque con no mucha celeridad, se van haciendo eco de sus consecuencias (los informativos, muchos días abren con las temperaturas anormalmente altas que estamos sufriendo). Así, si la gente va estando informada y experimentando algunas consecuencias, será más sensible y se podrá alcanzar ese umbral del 25% de personas posicionadas a favor de que se tomen medidas ya. Lo veo factible. Solo me inquieta el cuándo se llegue y si se llegará a tiempo, pero no hay que perder la esperanza.
5.11 Algo sí se ha notado. Como decía en otro capítulo, se acumulan los titulares, en muchas ocasiones en portada, que hablan de las temperaturas anormalmente altas en determinada época y, en algún caso, las relacionan con el cambio climático. Pero sigue siendo un tratamiento superficial y anecdótico ligado a una situación especial. Lo cierto es que los medios de comunicación privados tienen entre sus accionistas principales a empresas del IBEX 35, que no cabe esperar que tengan mucho interés en que se profundice en el tema. Y los públicos suelen tener control del gobierno de turno. El periodismo independiente parece que es la excepción y no tiene suficiente poder como para compensar el de las cadenas principales. Como el autor dice, la juventud tiene otras formas de acceder a la información y eso es bueno. Los medios poderosos fabrican realidades paralelas. Ya lo dijo William Hearst, en el que se basó Ciudadano Kane: “Usted traiga las fotos, que yo pondré la guerra” y se produjo la guerra de Cuba….
5.12 Yo, personalmente, no he caído nunca en ellas, aunque sí he observado su aplicación reiteradamente y continúan aplicándose. Todo se relaciona. Ciertamente, las medidas individuales sirven, más que para mitigar, que también aportan algo, para concienciar y mostrar a los demás el problema, incluyendo a los políticos que toman las decisiones y elegimos con nuestros votos. De nuevo, la presión de la gente puede conseguir mejoras, aunque no hay que bajar la guardia con respecto a quien nos la quiere colar y hacernos responsables de todo para no cambiar nada.
5.13 Bueno, para impulsar el que se implementen medidas más ambiciosas para afrontar la crisis climática imagino que hay que exigirlo y que lo exija un número significativo de ciudadanos. Para ello, toda la ciudadanía debería movilizarse y reclamar esas medidas, comenzando por las administraciones más cercanas, las locales. Si esto funciona, para el resto de administraciones sería más fácil, debido a que la movilización las haría sensibles a las opiniones. Es muy llamativo que las guerras justifiquen medidas y también, lamentablemente, se produzcan progresos en ciencia y tecnología, mientras que otros problemas graves, no ligados al predominio de ningún estado o ideología y que requieren colaboración, en lugar de enfrentamiento, se retardan o relativizan.
5.14 ¡¡Buena pregunta!! Seguro que hay una respuesta a esa pregunta que nos haga comprender porqué somos ciegos a grandes problemas de los que se nos viene avisando hace más de 30 años y, en cambio, podemos reaccionar con rapidez (bueno, relativa..) a otros problemas como la COVID. En esto, igual ha ayudado el mensaje de los medios de comunicación, que ha resultado distinto en ambos casos, o la distinta percepción de los problemas ambientales, con respecto a los de salud, aunque ya sabemos que la salud y el ambiente van estrechamente unidos. No sabría decir.
Capítulos del 5.8 al 5.14
Capítulo 5.8, creo que el sentimiento de culpa no le tenemos desarrollado, aunque sí está creciendo poco a poco especialmente por los movimientos de acción climática, en muchas ocasiones la prensa nos vende que no es nuestro problema sino el de los países que están en crecimiento en la actualidad como China, India o Indonesia por ejemplo, eso ha hecho históricamente que no veamos este como un problema nuestro o al menos no producido por nosotros lo que ha provocado un retardismo en la acción que sigue en la actualidad y que ha hecho que no nos quede margen para el error.
Capítulo 5.9, para mi son cuatro elementos clave, sin conocimiento estamos destinados a no tener opinión, no ser críticos y a pertenecer a un rebaño organizado por los poderosos pero también necesitamos equipamiento porque sin herramientas es muy difícil alcanzar los objetivos. La fuerza de voluntad es algo importantísima ya que sin ella pese a que estemos preparados no podremos actuar, por suerte la acción climática nos está abriendo los ojos y nos está dando mucha más fuerza de voluntad para lograrlo. Por último, la suerte es algo ambiguo pero considero que es imposible llegar a buen puerto sin ella, y si no creéis en la suerte intentar aprobar el carnet de conducir y creeréis como le pasó a un amigo mío.
Capítulo 5.10, yo prefiero ver el vaso medio lleno y aunque si que estamos en una situación critica, pienso que existen aún opciones de llegar a los objetivos si cambiamos nuestros modos de vida y especialmente instituciones y empresas cumplen se puede lograr pero para ello es clave una acción climática organizada que llegue a todas partes.
Capítulo 5.11, estoy totalmente de acuerdo con que los medios de comunicación son uno de los máximos responsables, el cuarto poder, ya que condicionan opiniones puesto que mucha gente cree a pies juntillas lo q dicen los medios. En España la situación no es buena todavía existe mucho secretismo y ocultamiento pero últimamente en la 1 especialmente se puede apreciar una nueva línea de actuación tratando temas climáticos y su porque con expertos como Alberto Vizcaino.
Capítulo 5.12, nunca lo había pensado para el tema climático pero si en otras situaciones, cualquier división siempre genera problemas y que se diluya la acción que se quiere llevar a cabo lo que se traduce en desesperación y como hemos visto al haber menos fuerza, desviación del tema.
Capítulo 5.13, lo primero creo que es conseguir que la gente vea como algo vital gastar y adoptar estas políticas climáticas como se gasta en defensa, aunque esto último si que se puede criticar aunque con la Guerra de Ucrania se ha visto su importancia. No creo que sea necesario crear nuevas instituciones al menos económicas, pero si concienciar a todas las instituciones o crear algunas destinadas al seguimiento de estas políticas. Como siempre habrá gente reacia a tomar las políticas hay q hacerlas obligatorias por parte de las instituciones de más alto nivel y por último que las instituciones sean transparentes e informen diaria, semanal o mensualmente de lo hecho, aciertos y errores.
Capítulo 5.14, creo que es por el inmediatismo que ya hemos comentado otros días ya que todos los días veíamos las cifras de contagios y fallecidos y urgía actuar también para recuperar la vida social y económica, en cambio con la crisis climática no lo vemos tan inmediato ni vemos que afecte diariamente a nuestra vida y economía, esto es por el ocultismo de instituciones, empresas y medios de comunicación.